dissabte, 26 d’octubre del 2019

Sexta clase, 04/10/19

Empezamos la sexta clase, con el ‘’calentamiento’’ y la transmisión de energía entre todos los compañeros y compañeras, técnica que ya dominamos a la perfección, pero esta vez se añadieron nuevos conceptos. Consistía en lo siguiente:


El movimiento Jia! en este teníamos que pasar la energía como el Zip! que conocíamos anteriormente, es decir, pasándola al compañero/a del lado izquierdo pero haciendo el gesto brusco diciendo Jia!.

El movimiento Jondo! en este se pasaba bruscamente la energía como el anterior pero hacia el sentido contrario y diciendo Jondo!

El movimiento Fish! este pasaba la energía poniendo la boca como un pez y apuntando a el compañero de nuestro lado, una vez nombrado se tenía que repetir dos veces más siguiendo el sentido.

El movimiento Gafis! este sirve para botar al compañero que tengamos al lado pasando directamente al segundo.

Ahora los dos siguientes el compañero/a que los realice tiene que colocarse en medio del círculo de la gente y decir:

El movimiento Mondongo! el compañero/a del centro imita a un animal con gestos y el resto tiene que hacer lo mismo moviéndose por la clase y cambiando su posición en el círculo.

El movimiento Frisbee! haciendo el gesto de lanzar un frisbee por la clase y la resta de compañeros/as siguen a este con la mirada.

Por último el Bonsai! donde un compañero/a desde su sitio en el círculo decía una palabra y se tenía que formar una gran frase con una palabra solo de cada alumno/a que formamos el grupo.


Una vez terminado el calentamiento nos pusimos en dos filas, quedando estas filas mirándose unos a otros y quedando por parejas de manera lineal. La actividad consistió en primero una fila se acercaba a la otra y cada persona con su respectiva pareja, mostraba el interés de darle un abrazo a la otra, si esta segunda aceptaba se fundían en un abrazo, respetando al silencio y sin prisa. Después la otra fila hacía lo mismo con la primera. 


Esta técnica de los abrazos fue muy elocuente y satisfactoria, porque demostró una vez más la confianza, respeto y buen ambiente que hay en el grupo.







Pasamos directamente al teatro, y una vez más volvimos a la técnica de Augusto Boal, el teatro del oprimido, pero esta vez de una manera muy personal y emotivo. La actividad empezó poniéndonos por parejas y contándonos de manera recíproca una experiencia que hayamos sufrido de opresión, se elegía una de las dos, y se juntaban con dos parejas más y de las 2 que habían elegido se quedaban con una, y así lo mismo con dos parejas más. 

En total, entre 8 personas elegían una situación de opresión y quedaron unos cuatro grupos de 8 personas. 

La primera representación fue muy emotiva, sirvió para tanto ayudar a la compañera que expresaba su situación como para conocer sentimientos de los actores y actrices, también se añadió la opción de hacer de ángel y demonio sobre cada uno de los que representaban el teatro para analizar un posible pensamiento en esa situación y por último nos gustaría finalizar esta reflexión de Augusto Boal, donde él ve el teatro del oprimido como una técnica para visitar el pasado, pensar en el presente y viajar al futuro.


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